La enfermedad de Crohn es una afectación inflamatoria de tipo crónico y autoinmune del tubo digestivo. En Endoscopias Murcia os contamos todo lo que tienes que saber ¡Sigue leyendo!
Enfermedad de Crohn: ¿Qué es y cuáles son sus causas?
La enfermedad de Crohn pertenece a un grupo de afecciones conocidas como Enfermedad Inflamatoria Intestinal. Consiste en un proceso inflamatorio crónico que afecta principalmente el tracto intestinal, aunque puede incidir en cualquier segmento del sistema digestivo, desde la boca hasta el ano. En ocasiones, también puede manifestarse con inflamación en otros órganos, como los ojos, la piel o las articulaciones. Esta enfermedad suele ser más frecuente en la parte final del intestino delgado (íleon) y al inicio del intestino grueso (ileocecal). Puede surgir en cualquier etapa de la vida, pero se observa con mayor incidencia en edades jóvenes, generalmente entre los 15 y 35 años.
El médico puede denominar la enfermedad de Crohn de diferentes maneras según la zona específica del intestino que se vea afectada. Por ejemplo, si la inflamación se localiza en el íleon, se podría referir a ello como ileítis. Cuando afecta tanto al íleon como al colon, se llama ileocolitis. En casos en los que la inflamación se limita al colon, se utiliza el término colitis de Crohn.
¿Cuáles son sus causas?
La causa exacta de la enfermedad de Crohn no se conoce, pero se presume que su origen involucra diversos factores, incluyendo elementos genéticos, inmunológicos y ambientales. Aunque hay diversas teorías, la más ampliamente aceptada sugiere que la enfermedad podría tener un componente autoinmune. En este escenario, se postula que, sobre una predisposición genética, se produce una alteración en el sistema inmunológico del cuerpo en respuesta a antígenos, que son sustancias extrañas como partículas alimentarias o bacterias. Esta alteración desencadena una respuesta inmunológica anormal.
En este proceso, el sistema inmunológico del cuerpo, que debería protegerlo, comete un error al atacar y destruir por error tejido corporal sano en el sistema gastrointestinal, lo que resulta en la aparición de inflamación. Aunque existen varias hipótesis sobre los desencadenantes específicos, la complejidad de la enfermedad sugiere la influencia de una interacción compleja entre factores genéticos, inmunológicos y ambientales en su desarrollo.
El tabaquismo es uno de los principales condicionantes a la hora de desarrollar la enfermedad de Crohn.
Síntomas de la enfermedad de Crohn
La enfermedad de Crohn es una condición crónica que se caracteriza por la alternancia entre períodos de actividad, conocidos como brotes, y períodos de remisión o inactividad. Algunos pacientes experimentan remisiones prolongadas que pueden extenderse durante varios años, mientras que otros enfrentan brotes de forma más frecuente. Esta naturaleza intermitente de la enfermedad a veces puede dar lugar a retrasos en su diagnóstico inicial, ya que sus síntomas, que a veces son poco específicos, podrían confundirse con problemas gastrointestinales comunes como diarrea o gastroenteritis.
Es esencial tener en cuenta toda la información relevante sobre las características, síntomas y duración de la enfermedad o de sus brotes para compartir con el médico. Esto facilitará un diagnóstico preciso y la implementación de un tratamiento adecuado. La comprensión detallada de la evolución de la enfermedad permite abordar de manera efectiva sus manifestaciones, mejorando así la calidad de la atención médica proporcionada.
Diarrea
La diarrea es uno de los síntomas más comunes asociados con la enfermedad de Crohn. Se caracteriza por una alteración en las heces, manifestándose con un aumento en el volumen (más de 200 gramos al día), una mayor frecuencia (más de 3 evacuaciones al día) y una consistencia más acuosa o suelta. La causa subyacente de este síntoma puede variar y estar relacionada con la inflamación en el intestino, la presencia de infecciones recurrentes, la formación de fístulas (conexiones anómalas entre dos órganos), trastornos en la motilidad intestinal o problemas en la absorción intestinal.
De manera paradójica, la presencia de estenosis (estrechamiento del intestino) puede contribuir a la diarrea al permitir únicamente el paso de heces muy líquidas. Este síntoma puede ocurrir tanto durante el día como durante la noche y puede ir acompañado de dolor anal, incontinencia, sensación de evacuación incompleta (tenesmo) y urgencia. En algunas ocasiones, la diarrea puede presentar sangre, moco o pus, lo que subraya la complejidad de los síntomas asociados con la enfermedad de Crohn.
Dolor abdominal
El dolor abdominal, junto con la diarrea, constituye otro de los síntomas más comunes de la enfermedad de Crohn. Tanto la intensidad como la ubicación del dolor pueden variar según la zona afectada por la enfermedad. En el caso de la afectación del íleon, el dolor se localiza en la zona abdominal derecha, a la altura del apéndice. Cuando la afectación se encuentra en el estómago o el duodeno (parte alta del intestino delgado), el dolor se ubica en la región epigástrica o en la «boca del estómago». Si el dolor se manifiesta en la parte baja del abdomen, es probable que exista afectación del colon. La diversidad en la localización del dolor abdominal proporciona pistas valiosas para la identificación y comprensión de la extensión de la enfermedad de Crohn en el tracto gastrointestinal.
Hemorragia rectal o rectorragia
La hemorragia rectal o rectorragia, aunque menos común que otros síntomas mencionados, puede presentarse excepcionalmente en pacientes con enfermedad de Crohn. Este síntoma se manifiesta por la presencia de sangre en las heces y puede originarse como resultado de úlceras sangrantes en las paredes del intestino. Por lo general, se observa con mayor frecuencia en casos de colitis (afectación del colon) o íleo-colitis, lo que resalta la variabilidad de los síntomas en función de las áreas específicas del tracto gastrointestinal afectadas por la enfermedad de Crohn. La detección de sangre en las heces puede indicar complicaciones adicionales y suele requerir atención médica para una evaluación más detallada y un manejo adecuado.
Fiebre
Durante los brotes graves o periodos de actividad de la enfermedad de Crohn, es común que los pacientes experimenten fiebre. Esta fiebre puede ser el resultado directo de la inflamación en el intestino. También puede estar vinculada a la presencia de otros procesos infecciosos asociados con la enfermedad, como la formación de abscesos. La fiebre en estos casos sirve como un indicador importante de la gravedad de la actividad de la enfermedad y puede requerir una evaluación médica detallada para determinar la causa subyacente y recibir el tratamiento adecuado.
Anemia
La anemia es otro síntoma que puede presentarse en pacientes con enfermedad de Crohn. Esta condición se manifiesta comúnmente a través de síntomas como malestar general, cansancio, fatiga, irritabilidad y palidez en la piel. La anemia en personas con enfermedad de Crohn a menudo está relacionada con la pérdida de sangre, ya sea visible a través de sangrado rectal o como resultado de la inflamación intestinal crónica que afecta la absorción adecuada de nutrientes, incluido el hierro. Es esencial abordar la anemia en el contexto de la enfermedad de Crohn para gestionar eficazmente sus implicaciones en la salud general del paciente.
Pérdida de peso
Las alteraciones en la pared intestinal generadas por la enfermedad de Crohn pueden dar lugar a un deterioro en la capacidad de absorción de nutrientes a nivel del intestino. Esta disfunción conduce a la pérdida de peso en los pacientes afectados. Además, durante los procesos inflamatorios característicos de la enfermedad, la demanda de energía por parte del cuerpo se incrementa, lo que conlleva un mayor consumo de energía y nutrientes. Este fenómeno se traduce en un metabolismo más acelerado y contribuye a la pérdida de peso asociada a la enfermedad de Crohn. Es crucial abordar tanto la inflamación como las deficiencias nutricionales para gestionar adecuadamente el peso y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Alteraciones psicológicas
La enfermedad de Crohn no está directamente asociada a ninguna enfermedad mental conocida. Sin embargo, debido a su naturaleza crónica, los desafíos del tratamiento y las posibles secuelas, algunos pacientes pueden experimentar impactos en su autoestima y calidad de vida, generando malestar psicológico general. En tales casos, se recomienda hablar abierta y sinceramente con el médico o buscar la ayuda de un profesional de la salud mental. Estos profesionales pueden proporcionar el apoyo psicológico necesario para ayudar a los pacientes a afrontar y sobrellevar la enfermedad, contribuyendo así a mejorar su bienestar emocional y calidad de vida.
Fatiga
Es común que algunos pacientes con enfermedad de Crohn experimenten una sensación de excesivo cansancio o fatiga, la cual puede tener un impacto significativo en su calidad de vida. La fatiga en estos casos puede estar condicionada por diversos factores. Algunos de estos factores están relacionados directamente con la enfermedad, como la presencia de anemia o la actividad de un brote. Además, los déficits nutricionales pueden contribuir a la fatiga, al igual que las alteraciones del sueño. Asimismo, factores psicológicos, como el miedo a la enfermedad, la falta de aceptación de la misma, o el estrés, también pueden desencadenar o agravar la sensación de fatiga.
Cómo se detecta
Ante la sospecha de una enfermedad de Crohn, su médico le solicitará una analítica sanguínea, que permitirá valorar si existe anemia y si hay parámetros elevados que sugieran inflamación. Entre las pruebas de imagen que se le pueden solicitar están:
- Resonancia magnética intestinal: Permite visualizar si existe inflamación activa, úlceras o zonas más estrechas que puedan provocar una obstrucción intestinal.
- Colonoscopia con ileoscopia: La exploración endoscópica del colon permite detectar si existen lesiones en la mucosa. Además, con esta técnica se puede alcanzar la parte final del intestino delgado (íleon) y valorar si existen úlceras a ese nivel. Mediante esta técnica, además, es posible tomar muestras que ayudarán en el diagnóstico.
- Ecoendoscopia endoanal: Consiste en la introducción de un tubo flexible por el ano. Este endoscopio es similar al de la colonoscopia, pero además de tener imagen directa (como una cámara en directo) permite realizar una ecografía que valora todas las capas de la pared anal. Esta técnica es de especial interés en aquellos pacientes que presentan fístulas anales.
- Enteroscopia con cápsula: Se trata de ingerir una microcámara del tamaño de una cápsula que toma imágenes a lo largo de todo el intestino delgado, de ese modo se puede ver si existen úlceras u otras lesiones en el intestino delgado.
- Gammagrafía con leucocitos marcados: Permite diferencias tramos con lesiones antiguas y tramos con actividad inflamatoria aguda.
Si tienes varios de estos síntomas mencionados, pide cita a tu médico. Puedes contactarnos a través de nuestra página web o redes sociales (Facebook, Instagram y Twitter).